Fui bastante insistente durante el último par de meses sobre la tendencia de Bitcoin a mostrarse inestable, volátil y hostil cuando alcanza la zona de los $60 000 y los $70 000. Y no estamos ante una excepción: Bitcoin entró en la habitual fase parabólica de su subida, explotó su presencia en los medios de comunicación, alcanzó su máximo récord y, después, comenzó su inevitable colapso.
Puede consultar mi análisis anterior, que sirve de previa al análisis, a continuación, del momento actual de colapso. La pregunta que ahora me planteo es si seguirá su camino habitual de un mercado bajista del 50 % o el 70 % o si se mantendrá firme antes de prolongar su subida y apuntar a unos muy discutidos $100 000.
Llega el halving
Al igual que ocurrió en ciclos anteriores, el halving de Bitcoin fue objeto de mucha cobertura mediática por las subidas poshalving. Demasiada cobertura, quizás. Cuando todo el mundo habla sobre un mismo evento y sobre su tendencia a orientar al mercado en una dirección concreta, me pongo a temblar. Es parecido a las clásicas historias de «burbujas del oro»: recela de comprar oro cuando te lo recomiende tu taxista, pues parece que el mercado se llenará de gente yendo en largo.
Si es cierto que los tres halvings anteriores ofrecieron beneficios muy atractivos, aunque estos disminuyeran con cada ciclo. Si Bitcoin alcanzara «meramente» un aumento del 200 % durante los 12 o 18 meses de su ciclo de halving, podríamos verlo superar los $200 000 antes de 2025. Tienen sentido los beneficios menguantes, puesto que la actividad institucional es ahora una fuerza dominante en Bitcoin, sobre todo desde que se lanzaron los contratos de futuros del CME en 2017. El problema es que los contratos de futuros permiten a los participantes institucionales cubrirse y, con ello, la volatilidad queda contenida. No es algo necesariamente malo, pero dudo que veamos que el mercado suba a los $300 000 simplemente porque este sea el deseo de los alcistas. Además, ahora Bitcoin está ligado, en lo fundamental, al mercado bursátil. Así, si la inflación regresa y los mercados de valores bajan, es muy probable que Bitcoin les siga.
Actualmente, Bitcoin sigue a la bolsa
Este gráfico muestra los contratos de futuros de Bitcoin junto al gráfico mensual del Nasdaq 100. Aunque no sea perfecta, podemos apreciar lo estrecha que es su relación. Como los traders de valores tienen en cuenta las expectativas de crecimiento y las de inflación y, por tanto, también la política monetaria de la FED en sus previsiones para el mercado, la política de la FED tiene, de forma sutil, impacto sobre Bitcoin.
Elijo los contratos de futuros de Bitcoin porque condensan mejor el período a partir del surgimiento de la actividad institucional y confío en los datos de volumen del CME más que en los de un exchange cripto.
El gráfico mensual muestra que el máximo récord no tuvo éxito en mantenerse por encima de los $70 000 antes de retroceder. Es aún demasiado pronto para confirmar si se trata de una simple pausa en la tendencia o del comienzo de una larga bajada (como ocurrió dos veces en 2021), pero sí apunta con firmeza a que las «fuertes» manos institucionales vinieron reduciendo su carga en estos máximos.
Para que Bitcoin suba los próximos meses, será probablemente necesario que la inflación se modere, la FED recorte tasas y la bolsa suba. Dado que la inflación está apuntando al alza, los datos de EE. UU. se mantienen fuertes y la FED tiende a mantener o elevar tasas hasta que algo rompe, me inclino por una corrección del mercado bursátil este año. Y ello afectaría negativamente a Bitcoin.
Esto no significa que no pueda alcanzar antes los $80 000, pero tengo mis dudas de que se produzcan beneficios de dos dígitos a partir de aquí. Además, estamos ante la famosa «cotización cambiante» de la fase de máximos récord, por lo que los traders pueden preferir franjas de tiempo más cortas y buscar operaciones swing en ambas direcciones hasta que aparezca una clara tendencia macro.
Los $80 000 son un objetivo al alza viable para cualquier ruptura, pero para mantenerse por encima de él se necesita probablemente un amplio período de percepción de riesgo bajo (risk on), una baja inflación y la posibilidad de recortes por parte de la FED.
Análisis técnico de Bitcoin (gráfico diario):
Se formó un doble suelo en los 60 000, mostrando que Bitcoin no quiere aún ceder. La subida de esta semana, sin embargo, no parece convincente por la reducción en el volumen de trading a pesar de la subida de los precios, sumado ello a unos rangos diarios pequeños.
Además, el rebote está probablemente propiciado por el rebote de cobertura corta en los índices de Wall Street, los cuales vinieron subiendo durante dos días desde niveles de posible sobreventa. Wall Street podría alargar estos beneficios tempranos si los beneficios de las grandes tecnológicas mejoran las expectativas y arrastran con ello a Bitcoin al alza.
Los $70 000 parecen un objetivo viable a corto plazo para los alcistas, a menos que Wall Street realmente rompa al alza. Mi sesgo es el de diluirse en los niveles de resistencia entre los $70 000 y los máximos históricos en anticipación a otro movimiento hacia los $60 000. Si podrá o no descansar por debajo de los $69 000 dependerá probablemente de si la FED confunde a los mercados y comienza a hablar de subidas de tasas.