- La economía australiana creció un 0,2 % en el cuarto trimestre y un 1,5 % durante el año
- El crecimiento fue enderezado por las exportaciones, el rápido crecimiento poblacional y el gasto público, maquillando un muy bajo consumo
- La demanda se atenúa y hay síntomas de que las tendencias de productividad están mejorando, creándose las condiciones para que se reduzca la inflación
- Los problemas en la economía interior y las preocupaciones sobre la economía china continúan afectando negativamente al AUD
La parte mayor y más importante de la economía australiana atraviesa dificultades ante unos costos de financiamiento más altos, a lo que se suma que el Banco de la Reserva de Australia (RBA) puede verse forzado a comenzar a atenuar su política de tasas antes que otros bancos centrales, manteniendo al dólar australiano bajo presión.
El PIB australiano subió un 0,2 % el cuarto trimestre, pero los datos en detalle no son tan positivos
Según las cuentas nacionales publicadas por la Australian Bureau of Statistics (ABS), el PIB creció un 0,2 % durante el trimestre de diciembre y un 1,5 % durante el año, cumpliendo este último con las previsiones del RBA en febrero.
Sin embargo, lo más relevante son los detalles que se esconden tras las cifras, con un gasto en consumo familiar (la parte más relevante de la economía en más de un 50 %) aumentando un 0,09 %, seguido de una bajada del 0,21 % en el tercer trimestre, la cual fue registrada inicialmente como un aumento. La ABS declaró que el crecimiento se inclinó a los bienes y servicios esenciales, maquillando una gran caída del gasto discrecional.
"El aumento del gasto en bienes básicos vino dirigido por el gasto en alimentos y electricidad, así como en combustibles, con una mayor demanda de sistemas de enfriamiento como consecuencia de un tiempo más caluroso de lo habitual en el trimestre de diciembre." "El gasto en alimentación coincide con una caída del 2,8 % del gasto en hoteles, cafés y restaurantes, lo que sugiere que las familias evitaron comer fuera y lo sustituyeron por cocinar en casa."
La población creció un 0,5 % durante el trimestre, mientras que el consumo per cápita bajó un 0,4 %
Las exportaciones y el gasto público potencian el crecimiento
La economía interior vino apuntalada, en lugar de por el gasto de las familias, por el gasto público, que aumentó un 0,6 % y ayudó con un incremento de 0,2 puntos porcentuales a elevar el consumo interior final. Por otro lado, el neto de las exportaciones añadió 0,6 puntos porcentuales a los datos trimestrales de PIB, compensando con creces la caída de 0,3 puntos porcentuales en inventarios.
Un repunte de productividad, necesario para que el RBA recorte tasas
El RBA, a pesar de que hay evidencias convincentes de que unos costos de financiamiento más altos están ahogando la demanda, sigue teniendo dificultades para verse satisfecho con una inflación que quede devuelta y mantenida en torno al 2,5 % del punto medio de su objetivo de inflación.
El PIB per cápita se redujo un 0,3 % en el trimestre, síntoma de continuada debilidad en la productividad. Hubo mejores noticias en la medición por horas trabajadas, con un aumento del PIB del 0,5 %, seguido por otro del 1 % en el tercer trimestre, aunque se mantuvo negativo en el cómputo del año en un 0,4 %.
Es necesario un crecimiento de la productividad para permitir que la inflación se mantenga estable y la economía se expanda, así como para prevenir cuellos de botella y demoras. Pero el historial de Australia al respecto no fue bueno durante la última década, especialmente en la época posterior a la pandemia, en la que la productividad se retrajo.
Al mismo tiempo, los costos de producción de bienes y servicios aumentaron y los costos laborales (la medición del costo de producir una cantidad constante) también aumentaron: un 3,7 % durante el año. En otras palabras, resulta más costoso producir una misma cantidad.
Todo ello, combinado con una subida por sorpresa durante el trimestre del ahorro familiar por primera vez desde el tercer trimestre de 2021 (algo que podría ayudar a un repunte futuro del gasto familiar), dificultará el que el RBA pase a recortar tasas en el corto plazo, a menos que la economía continúe atenuándose.
Por ahora, ese es el riesgo pero no hay certeza al respecto.
El dólar australiano se debilita
Las cuentas nacionales apenas se reflejaron en los gráficos del dólar australiano, en parte debido a que coincidieron con las expectativas del mercado. Los detalles sugieren un riesgo creciente de que el RBA pueda abandonar su política de endurecimiento, indicando posibles subidas de la tasa de interés.
Dada la estructura del mercado hipotecario australiano, en el que la mayor parte del préstamo se calcula en base a tasas overnight, el abandono de la postura de endurecimiento podría llevar rápidamente a posibles recortes de tasas, mientras que prontas subidas de tasas, si la historia sirve de ejemplo, empezarían rápidamente a reprimir la economía.
Los malos datos económicos internos, sumados al pesimismo acerca de las perspectivas para China, continúan afectando negativamente al dólar australiano frente a otras grandes divisas, especialmente a un dólar australiano que mantiene su conocida excepcionalidad económica en relación a otras partes del mundo desarrollado.
El AUD/USD sigue jugando el papel de "venta en subidas", con un rebote el martes motivado por el resultado por debajo de lo esperado de los datos del PMI de servicios del ISM estadounidense, rebote que fue rápidamente descartado, bajando de nuevo de los 0,6500. El sesgo se mantiene a la baja para el corto plazo, aunque podría romper la tendencia a la baja que tiene lugar desde finales de febrero. El soporte entre los 0,6480 y los 0,6490 se sitúa justo por encima de una tendencia alcista de más largo recorrido que data de noviembre del año pasado. Si cediera esta última, se abriría la puerta a un impulso hacia los 0,6443.
El AUD sufre también en su cruce con el EUR/AUD, continuando su alejamiento del soporte de tendencia alcista y dando lugar a un posible retesteo del máximo reciente de 1,6745 si continúa el cambio al alza. Por el lado negativo, una ruptura de los 1,6672 podría ser suficiente para originar un retroceso de vuelta al soporte de los 1,6600.
Tras ser rechazado en la resistencia de los 97,80 el martes, el AUD/JPY amenaza con romper el soporte en los 97,40. Si lo consigue, los traders pondrán la vista en un retorno a los 96,92 con solamente un soporte mínimo en los 97,15 entre medias.